Anoche soñe con Tupper, era algo así como una mascota que a lo largo del sueño iba cambiando. Primero era un gato, luego un pigüino, finalmente, una máquina para aprender a hablar ingles.
La comunicación que había entre nosotros era especial aunque parece que yo no lo noté realmente hasta el final del sueño.
Un día él se fue
Y un día lo llamé: ¡Tupper!
Cuando volvió ya no era el mismo, había renunciado a su capacidad de entederse con humanos y ahora simplemente era lo que era: una máquina para aprender inglés.
Probablemente esa capacidad lo hacía sufrir.
Te voy a cuidar -le dije- aunque ya no tengas eso que te hacía tan especial.
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